jueves, 24 de junio de 2010

Me llamó muy temprano

Me llamó muy temprano: aún no había amanecido. Me dijo: “necesito hablar contigo, que me digas algo que me dé una esperanza, una sola palabra que me diga que aún puedo ser feliz…” Luego siguió diciendo cosas de ese estilo. Yo no sabía qué contestar: había perdido mi trabajo, me habían embargado la casa, y mi mejor amiga, la única persona por la que merecía la pena continuar, se había matado hacía un par de días con mi coche. No había dormido desde entonces y justo ahora, cuando, por fin, había conseguido relajarme un poco, sonó el teléfono y esa voz me dijo que necesitaba un mensaje de esperanza.
-¿Dónde estás? –le pregunté.
-En Mónaco, con mis padres. Voy a estar quince días en su maldito yate. Me aburro como una ostra. No puedo más.
Recordé como nos habíamos conocido. De un modo absurdo, como suceden todas estas malditas cosas en la vida. Ella seguía hablando. Yo estaba tumbado en el suelo de mi cuarto sobre ese jodido colchón. Me dolía la cabeza de un modo insoportable. Miraba la mancha de humedad del techo. Habíamos estado juntos un verano, dos meses o así, hacía unos años, y yo, ahora, no conseguía recordar su nombre. La voz decía que no podía soportar ese tipo de vida, que quería regresar a esta ciudad, estar con un chaval que había conocido; quería verme, volver a hablar conmigo, quería ser feliz.
-Todo el mundo quiere ser feliz –le contesté-. La mancha del techo tenía la forma de una araña. Una araña aplastada, enorme, peluda y asquerosa, que parecía moverse un poco a cada instante. Miré el bote de pastillas. Estaba volcado y sólo quedaban dos, tiradas al lado de la lámpara. Los ojos me escocían un montón.
-¿Porqué nadie me entiende?; ¿porqué no puedo ser feliz? –la voz seguía y seguía. Traté de recordar su cuerpo. Ella era joven, era bonita, tenía dinero, se pasaba la vida viajando. La imaginé tumbada en la cubierta del yate de su padre, a la luz de la luna, con una copa en la mano. Alargué el brazo y me metí en la boca las dos pastillas que quedaban. El reloj cayó al suelo y rodó bajo la mesa.
-¿Sabes? –dije-, nadie es feliz. En este jodido mundo nadie es feliz –ella empezó a lloriquear al otro lado de la línea-. La imaginé al día siguiente, feliz, bañándose en ese mar azul, con sus amigos. Cerré los ojos y me quedé dormido. La oí decir: “yo quiero ser feliz, de verdad que quiero ser feliz, pero no puedo…”

5 comentarios:

Jofegaber dijo...

(Con tu permiso...)




Desperte.

O eso creí... en una playa, desnudo, sin mas... levante mi pesada cabeza, para permitirme solamente girar y tumbarme sobre la espalda. Mire un azul intenso que anunciaba un amanecer.
Sin saber aun si estaba despierto o dormido, decidi creer que despierto por el tacto de la arena en mi mano.

Recorde nuestra conversación,... ¿Nadie es feliz? - pense...
Me incorpore lentamente, no fuera a ser que me rompiese como vaso de cristal. Y vi un profundo mar, arrullando aquella arena.

No recuerdo cuanto tiempo estuve, pero cuando la luz del amanecer cego mi vista, mi cabeza giro instintivamente hacia la izquierda.

Entre parpadeos, observe como algo se dirigia hacia mi. La observe sin pronunciar palabras, sin cuestionarme quien o que era.

La silueta se perfilo, se agrando y se materializo...

Una sonrisa echa mujer aparecio. Sorprendido, permaneci silencioso e inmovil.

Ella estaba a un paso de mi, desnuda, sonriente, complaciente. Me ofrecio su mano, y me incorpore ...

Recuerdo verme alejarme con ella, mas alla del final de la playa, ambos de la mano, silenciosos y sonrientes...

La llame y le dije. Hay un lugar, donde uno es feliz, siempre existe a nuestro lado, en nuestro interior... Deja que el sueño te transporte hacia ese lugar, y lee tu sueño. Cuando despiertes hazlo realidad. - Colge.

Me levante, me puse la chaqueta y sali a buscarla,....

La encontre donde siempre esta, sentada esperandome, me dio la mano, y seguimos andando...

Soy feliz... por que vivo mi sueño.

Angel Pasos dijo...

Hola jofegaber: ¡qué sorpresa al leer esto! Me ha gustado mucho.

Un abrazo.

Jofegaber dijo...

Me alegro..., y me sonrojo

Si me lo permites, tratare de participar de la misma manera.

Un abrazo

Ángel Pasos dijo...

Te lo permito pero ¿no sería mejor que crearas un blog y escribieras en él? Me rece la pena.

Jofegaber dijo...

Si, no eres el primero que lo dice...

Pero perderme la contra replica....

Lo pensare....

o quizas te proponga un juego....

te comento....