domingo, 6 de diciembre de 2009

Verde musgo

En el Gendarmenmarkt el frío desaparece y el alma se transforma en un suspiro de caros broches de diseño y luces de colores. Me regala un colgante. Es un sencillo cordón de cuero con una piedra que llaman Unaquita. La piedra tiene el color del musgo que cubre los árboles del bosque. El mismo bosque que atravesamos ayer por la mañana en bicicleta. Tonalidades de magia verde y tintes anaranjados. Extraño contraste de color, tan cargado de vida como ese matiz verde o azulado que brilla en los ojos de estas mujeres, Color de Navidad y de regalos. Mujeres que transforman el mundo en su mirada. Infinito poder de la mujer que se sabe capaz de transmitir la vida. Verde de piedra, de bosque y de viaje. Mujer verde esperanza, mujer de bosque y río, mujer de amor y de escapada. Me emborracho de vino, de mundo y de miradas.

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