lunes, 6 de abril de 2009

Se desboca la noche

Se desboca la noche, y en un espacio sin tiempo, entre el infierno y el cielo, encuentro inesperadamente mi sitio y mi lugar, mientras alrededor gira todo ese torbellino de intensidad total que llaman vida. Un mundo trágico y terrible, pero también sublime, como una poesía que pudiera contar con una precisión fatal la historia de todo lo existente.
Se desboca la noche y la creación entera me susurra al oído su canción, y esa canción contiene el secreto profundo de la vida y de pronto surge un inmenso mar sobre el asfalto, y hay campos infinitos de luces de neón y bosques de farolas encendidas.
Junto a los edificios se esconde un cielo azul tras cada esquina. Cada beso que doy, cada caricia, tienen su cómo y su porqué y encuentra su respuesta en las estrellas. La noche es un abismo intemporal y todo lo creado me recibe. Durante un breve instante los sueños imposibles se hacen materia y cobran realidad y creo ser una especie de Dios en la Gran Vía.

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