jueves, 9 de julio de 2009

Cada instante contigo es un viaje

Mañana por la noche me volveré a marchar. Me iré muy lejos. Bajaré hasta la tierra que pisan tus zapatos. Me haré tierra en la tierra. Seré flor de granado, árbol del cielo, azul de viento en los pastos de nieve del invierno, semilla de amapola, alma que asciende con su alma hasta tu cuerpo. Mañana por la noche me volveré a marchar, y todo en mí será vida y viaje.
Mientras preparo mi equipaje, pienso que en mi camino he sido oscuridad y luz, y alguna vez también he sido niebla. A ratos fui de piedra. Piedra de soledad entre tus piedras. También he sido niño. Niño atrapado en las enredaderas locas del destino. Un destino de acantilados blancos en medio de un desierto.
Todo ha sido viaje en tu viaje, montaña en tus montañas, corazón desbocado en busca del conocimiento. En el camino he sido mar y viento, espuma y tempestad, plateado pez, naufragio y soledad. He sido tantas cosas y he caminado tanto, que he dejado mi vida en el trayecto, todo para entender al fin, que cada instante, lo único que es cierto y que deseo, es este fascinante viaje hasta tu cuerpo.

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