lunes, 2 de agosto de 2010

Otro día

Otro día para el amor y la esperanza. Amanece, es lunes. Estamos en el mes de agosto y es verano. Tú duermes todavía y en tus sueños, todo el brillo de esta primera luz se acerca a contemplarte. Cada cosa que tocas se transforma y hay un viento de nieve en medio del verano. Se elevan en el aire los deseos, una brisa atraviesa el prado de montaña y revive de repente un corazón.
Hay un ángel sentado en una piedra. Bajo este mundo azul te sonríen los peces. En tu rostro dormido existe un universo que vibra, y vive, y crece, y da vida a todo lo que existe alrededor, y puedo percibirlo claramente con toda la perfecta intensidad de mis sentidos.
Amanece de pronto esta mañana, el mundo está en silencio y el cielo despliega sus colores. Hay violetas, azules, grises, malvas… Rojos, anaranjados, blancos, grises… Toda está música se esparce en el ambiente como un aroma suave y amarillo. Respiro y reconozco que estoy vivo, Intensa y rematadamente vivo. Respiro y siento que te quiero sin remedio, por encima de cualquier otra cosa. Te quiero como quieren las estrellas, los peces de colores, las tortugas… Los árboles del bosque, los mejores versos de amor de los poetas… Es lunes, amanece. Suena el despertador y es duro levantarse de la cama, dejar la vida atrás, dejar el mundo, perder la perfección total de tu mirada.

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