jueves, 26 de marzo de 2009

Sin nada

Aquella noche en el cielo no había estrellas. Se encontraba en un barrio desconocido y no sabía adónde conducía la amplia avenida por la que caminaba. Era muy tarde y todo estaba en silencio. No se veía un alma. Caminó mucho tiempo buscando algún objeto que le indicara dónde podía hallarse: una boca de metro, un cine, una parada de autobús o un hospital... Fue inútil. Las calles de aquel barrio eran todas iguales: amplias avenidas, rotondas inmensas, locales vacíos, edificios recién terminados y aún sin habitar… Caminó un par de horas y luego se sentó en un banco. Estaba cansado. Miró a su alrededor y un sentimiento extraño se apoderó de él. Sintió que ya nada le ataba a esta ciudad vacía y decidió esperar, sentado allí, hasta que amaneciera o se acabara el mundo, eso le daba igual.

No hay comentarios: