Bajo el árbol inmenso, allá donde no llega la lluvia, estamos juntos en la noche, uno al lado del otro, rodeados de gestos de silencio y primavera. Hay un cielo de soledad y despedida, un murmullo de adiós sobre la hierba, un recuerdo que se disolverá en el viento.
Lo sé, todo tiene su tiempo, y a cada instante de felicidad le sigue su instante de amargura. Se secará la tierra y el aire se llevará estos sentimientos. Tal vez volverás a sentir tus labios en los míos, quizás en otro amanecer, o en otra despedida. Regresarás de nuevo, cuando el destino te marque su momento, y estrecharás tus manos en las mías. Tú parecerás tú y creerás que eres la misma, pero ya nada será igual. Yo nunca volveré a ser yo bajo el árbol inmenso. Tú nunca serás tú en este momento. Se habrá secado mi alma, se habrá acabado el tiempo. Es demasiado corto el instante que dura nuestra vida.
Lo sé, todo tiene su tiempo, y a cada instante de felicidad le sigue su instante de amargura. Se secará la tierra y el aire se llevará estos sentimientos. Tal vez volverás a sentir tus labios en los míos, quizás en otro amanecer, o en otra despedida. Regresarás de nuevo, cuando el destino te marque su momento, y estrecharás tus manos en las mías. Tú parecerás tú y creerás que eres la misma, pero ya nada será igual. Yo nunca volveré a ser yo bajo el árbol inmenso. Tú nunca serás tú en este momento. Se habrá secado mi alma, se habrá acabado el tiempo. Es demasiado corto el instante que dura nuestra vida.
2 comentarios:
Me alegra haber llegado a tu sitio y conmoverme con tus palabras, elegantes y conmovedoras.
Le invito a la nave que comanda el capitán chinaski
Un saludo amigo
Muchas gracias az. Pasaré por tu nave.
Un abrazo.
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