martes, 2 de septiembre de 2008

En ese momento


La gente me dice que no existes, que sólo eres producto de mi imaginación, pero algunas mañanas, justo en ese momento extraño, antes de amanecer…
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Cuando la gaviota abandona la orilla y el lomo del dragón aparece y rompe la calma de la superficie, cuando el cisne se acerca despacio y me mira, intrigado, y el mundo hace lento su eterno latido, y se esconde a escuchar. Cuando la eternidad retrocede y se hace pequeña, y el sabio, confuso, no sabe qué pensar. Cuando el amanecer se recuesta en la hierba mojada y el soplo de la soledad se apodera de todas las cosas, cuando todo termina y se extingue la vida, entonces, en ese momento, a veces regreso al sagrado calor de tu piel y recuerdo que existes y que estás siempre ahí, tal vez leyendo esto, en este mismo instante, al otro lado del mundo.

2 comentarios:

Mar Sanfrancisco dijo...

Muy bonito Ángel,es de lo mejor que te he leído.

Besotes.

Angel Pasos dijo...

Gracias, Mar. Un abrazo.