jueves, 7 de agosto de 2008

Cardioversión eléctrica

Desde el comienzo de los tiempos, miles de caravanas de camellos habían atravesado por el desfiladero angosto de aquel cansado corazón. Tantas, que un día, los sabios de la tribu tuvieron que parar aquello, no se fuera a secar la fuente que había al otro lado. Desde aquel día, las tribus nómadas esperan impacientes oír de nuevo aquel latido. Mientras llega ese día, le cuentan a sus hijos viejas historias de cómo era ese sitio, un mar de agua esmeralda en medio de la arena del desierto.

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