martes, 5 de agosto de 2008

Despedida

Los dos tenían diecisiete años y aquella era la última tarde que pasarían juntos antes de irse de vacaciones de verano. Se abrazaron los dos. Él hubiera querido apretarla un poco más contra su cuerpo pero su timidez se lo impedía. El abrazo se prolongó. Ella no se soltaba y él no sabía muy bien donde poner las manos. Cuando se despidieron ella le regaló un colgante. Era una medalla pequeña de un símbolo oriental sujeta con una cuerda roja. No volvió a verla más. Ella murió aquel verano.
Ahora han pasado ya más de treinta años, pero esta noche, sentado a solas en el coche, escucha en la radio una vieja canción y comprueba que todo duele igual que aquel verano.

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