lunes, 4 de agosto de 2008

Destino

El Sr. Osaki piensa sobre qué escribir esta tarde. Está en su pequeño cuarto, sentado encima de la cama, con el cuaderno apoyado en una silla.
Tras las contraventanas de metal que dan al patio interior, una mujer le dice a otra que hay un pájaro muerto en el suelo.
El Sr. Osaki se queda mirando el cuaderno, suspira, y escribe:
.
“En el suelo del patio
yace un pájaro muerto
la vida continúa para el resto ”.
.
El Sr. Osaki tiene razón: otros pájaros cantan en el patio. El Sr. Osaki observa la silla de madera. Es lo único que posee. Esta silla sobre la que escribe y que ahora utiliza de mesa.
Así es todo en la vida -piensa el Sr. Osaki-, como esta silla, todos nacemos para algo, luego llega el destino y nos asigna una oscura función. Más tarde, la muerte remata la faena y todo termina de un modo tan absurdo como comenzó.

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