lunes, 4 de agosto de 2008

Peligros de mirarse en un espejo

El Sr. Osaki observa su imagen en un espejo. Lo que ve es un extraño ajeno totalmente a él. Comprende que hace ya demasiado tiempo que no se reflejaba en nada y ve que, por su aspecto, muchas cosas han debido suceder desde aquel día en que se vio siendo él por última vez.
El Sr. Osaki se queda un buen rato de pie frente al espejo. No sabe qué hacer con la figura de esa persona extraña. Tendrá que acostumbrarse a andar por la vida con ese cuerpo. Tendrá que hacer algo con él. Darle una ocupación, cambiarle esa mirada de tristeza, enseñarle de nuevo a sonreír, darle una utilidad, quizás hasta darle una vida nueva.
No sé –piensa el Sr. Osaki, abrumado ante la magnitud de la tarea-, tal vez no debía haberme vuelto a mirar en un espejo.

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